A lo largo de los años, se ha considerado cada vez más que la soledad y el aislamiento social tienen un impacto significativo en la salud mental y física de las personas mayores. La pandemia del COVID-19 ha acentuado aún más este problema, ya que las medidas de distanciamiento social han resultado en un mayor aislamiento y reducción de la interacción social.
El aislamiento social se refiere a la falta de conexión con los seres queridos y con la comunidad, mientras que la soledad es un sentimiento subjetivo de estar solo. Es importante destacar que las personas tienen preferencias diferentes en términos de pasar tiempo a solas, y algunas pueden estar físicamente solas sin sentirse solas. Sin embargo, el riesgo de sentirse solo aumenta considerablemente cuando existe un aislamiento social.
¿Cuánto afectan la soledad y el aislamiento a los adultos mayores?
Según una encuesta realizada en Estados Unidos por investigadores de la Universidad de Michigan, aproximadamente el 37% de los adultos mayores entre 50 y 80 años ha experimentado sentimientos de soledad, mientras que el 34% ha reportado estar socialmente aislado. Estas cifras son preocupantes y demuestran la magnitud del problema.
La soledad afecta especialmente a las mujeres y es común entre aquellos que tienen una mala salud física y mental, personas con discapacidades o con limitaciones en sus actividades diarias, desempleados y aquellos que viven solos o tienen entre 50 y 64 años. Es importante tener en cuenta que la soledad y el aislamiento social tienen consecuencias negativas para la salud de los adultos mayores, relacionándolos con enfermedades cardiovasculares, demencia, ansiedad, depresión y mayor riesgo de mortalidad.
La importancia de abordar este desafío para el bienestar de los adultos mayores
Para abordar este problema creciente, es crucial implementar estrategias que promuevan las conexiones sociales y brinden acceso a programas para adultos mayores. Es fundamental fomentar la participación en actividades comunitarias y buscar un apoyo adecuado por parte de profesionales especializados en la materia.
Además, la concientización y la inversión en investigación y cuidado de la salud de los adultos mayores deben ser prioridades tanto para los estudiantes y profesionales en el campo de la gerontología, como para la sociedad en general. Necesitamos reconocer que el envejecimiento es una etapa natural de la vida y es responsabilidad colectiva garantizar una buena calidad de vida para nuestros mayores.
Es fundamental tomar medidas para combatir estos problemas y asegurar la inclusión y participación social de esta población. Los adultos mayores merecen vivir una vida plena y disfrutar de conexiones significativas y soporte emocional en cada etapa de sus vidas.
Continúa con tu formación profesional
Para hacer frente a estos desafíos y brindar apoyo especializado a nuestra comunidad de adultos mayores, nuestra institución ofrece un programa de Maestría en Gerontología Social. La gerontología es un campo de estudio relevante y oportuno en el contexto actual. Este programa desarrolla una comprensión profunda de los aspectos psicológicos, sociológicos y de salud del envejecimiento, centrándose en la promoción del bienestar en la etapa adulta. Los conocimientos adquiridos en esta área permiten brindar un apoyo integral a las personas mayores y ayudar a combatir el aislamiento social y la soledad.
Únete a nosotros y adquiere las habilidades y conocimientos necesarios para formar parte de un cambio positivo en la vida de nuestros adultos mayores. Juntos marcaremos la diferencia y construiremos un futuro más inclusivo y saludable para nuestra comunidad de adultos mayores.