El desafío de superar la brecha en el derecho al envejecimiento en el hogar

El desafío de superar la brecha en el derecho al envejecimiento en el hogar

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La evolución demográfica mundial ha llevado a un rápido envejecimiento de la población, lo que representa tanto desafíos como oportunidades para nuestras sociedades modernas en cuanto al bienestar de los adultos mayores.

Un estudio reciente revela que existe una marcada desigualdad en el acceso al envejecimiento en el hogar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD). En este artículo, exploraremos el impacto de la desigualdad social en el derecho al envejecimiento en el hogar y las posibles soluciones para superar estas barreras.

La OECD es una organización internacional de carácter intergubernamental en la que los miembros trabajan de manera conjunta para responder a los retos económicos, sociales y ambientales derivados de la interdependencia y la globalización.

Barreras económicas y socioculturales que impiden el envejecimiento en el hogar

El envejecer en el hogar es algo deseado por la mayoría de los adultos mayores, ya que otorga un sentido de identidad, autonomía y conexión con su comunidad. Sin embargo, el estudio titulado «Social inequity in ageing in place among older adults in Organisation for Economic Cooperation and Development countries: a mixed studies systematic review», revela que muchos adultos mayores en los países de la OECD se ven limitados de vivir y envejecer en su hogar y comunidad debido a diversas barreras económicas y socioculturales.

La falta de recursos y apoyos adecuados, como acceso desigual a servicios de salud, viviendas adecuadas, transporte, bienestar social y oportunidades de participación comunitaria, crea dificultades para que los adultos mayores se queden en su hogar. Esto no solo repercute en su calidad de vida, sino que también puede resultar en una mayor necesidad de atención a largo plazo o en un acceso limitado a los mismos cuando sea necesario.

Además, se encontró que las personas mayores con bajos ingresos y niveles de educación enfrentan desafíos aún mayores para vivir y envejecer en su hogar. Las mujeres también tienen menos probabilidades de envejecer en casa debido a factores como una mayor expectativa de vida, la carga de enfermedades crónicas y limitaciones funcionales, así como diferencias en el cuidado conyugal. Por otro lado, los adultos mayores pertenecientes a grupos minoritarios étnicos o culturales también enfrentan desafíos adicionales, como la discriminación y el acceso limitado a los recursos sociales y de atención médica.

Un grupo de adultos mayores envejeciendo en un asilo.
Las mujeres y los adultos mayores que pertenecen a grupos minoritarios étnicos y culturales tienen menos probabilidades de envejecer en el hogar, ya que tienen menos recursos y mayores dificultades en el acceso a la atención médica.

Superando las barreras: promoviendo un envejecimiento activo y saludable

Para abordar esta desigualdad y promover un envejecimiento activo y saludable, es crucial implementar políticas y programas que reduzcan las brechas sociales y económicas. Algunas acciones que se pueden tomar incluyen mejorar el acceso a servicios de salud, crear y adaptar viviendas asequibles para personas mayores, así como fomentar la participación comunitaria y la conexión social.

Es esencial considerar la equidad social como parte fundamental en el enfoque del derecho al envejecimiento en el hogar. Si bien el deseo de envejecer en el hogar es universal, solo puede ser una realidad para aquellos con los recursos y el acceso adecuados. Por lo tanto, establecer políticas inclusivas y programas encaminados a reducir las disparidades sociales orquestará un escenario más propicio para que todas las personas mayores puedan vivir y envejecer en un entorno familiar acogedor.

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Fuente: Social inequity in ageing in place among older adults in Organisation for Economic Cooperation and Development countries: a mixed studies systematic review

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