Se ha encontrado una relación entre el uso problemático del teléfono y la depresión, la ansiedad y el insomnio en los adolescentes y jóvenes, lo cual es un fenómeno preocupante.
La tecnología móvil se ha convertido en una parte integral de la vida de los jóvenes en la actualidad. Pasan gran parte de su tiempo utilizando sus teléfonos inteligentes para diferentes actividades, como estar en contacto con amigos y familiares, jugar videojuegos, navegar por Internet y utilizar redes sociales. Sin embargo, la inversión excesiva de tiempo y energía en el uso del teléfono puede tener consecuencias negativas para su salud mental.
En un estudio financiado por el Centro de Investigación Biomédica NIHR Maudsley del Reino Unido, se estudiaron a jóvenes de 13 a 18 años en escuelas inglesas y encontraron que aquellos que le dan un uso excesivo al teléfono tenían un mayor riesgo de problemas de salud mental. Además, se observó que las niñas presentaban una mayor tasa de uso problemático del teléfono.
¿A qué se define uso problemático del teléfono?
A aquellos comportamientos y pensamientos similares a una adicción, como sentir ansiedad cuando el teléfono no está disponible, tener dificultades para controlar el tiempo dedicado al teléfono y sustituir actividades significativas por el uso del mismo.
¿Cómo se vincula el mal uso del teléfono con la salud mental?
El estudio evaluó la relación entre el uso problemático de teléfonos y la ansiedad en una muestra de 69 estudiantes. Los participantes fueron evaluados en dos momentos diferentes: al inicio del estudio y cuatro semanas después. Se utilizó un cuestionario semiestructurado para recopilar información sobre el uso de los teléfonos, el estado de ánimo y los patrones de sueño de los estudiantes.
Hallazgos preocupantes del estudio
Los resultados del estudio mostraron que el 44.4% de los participantes que le daban un mal uso a su teléfono presentaban síntomas de ansiedad moderada a severa, en comparación con el 26.4% de aquellos sin este tipo de comportamiento. Además, se encontró una asociación lineal entre el aumento en los síntomas de ansiedad y el uso problemático de los teléfonos. En términos de influencia en la salud mental, el uso excesivo de estos dispositivos se asoció con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y dificultad para conciliar el sueño.
Mediante el análisis de las respuestas, se identificaron varios temas importantes. Estos incluyen tanto efectos positivos como negativos de los teléfonos en las relaciones interpersonales, efectos negativos en el rendimiento académico y la productividad escolar, influencia mixta en el estado de ánimo y el deseo de reducir el tiempo dedicado a utilizar los teléfonos.
Es urgente buscar soluciones para cuidar la salud mental de la juventud
Ante estos hallazgos preocupantes, es crucial desarrollar intervenciones adecuadas para apoyar a los adolescentes y jóvenes que presentan un uso problemático de los teléfonos, así como para fomentar un uso equilibrado y saludable de la tecnología. Estas intervenciones pueden incluir estrategias para promover habilidades de autorregulación en el uso de los teléfonos, así como actividades que fomenten una alternativa saludable al tiempo dedicado a las pantallas. Como sociedad, es esencial comprender los posibles impactos negativos de la tecnología en la salud mental de los jóvenes y trabajar juntos para promover un equilibrio saludable entre el mundo digital y el mundo real.
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