La enseñanza universitaria enfrenta diversos desafíos, como la masificación y diversificación del perfil de los estudiantes, la docencia compartida con otras actividades como la investigación y la gestión, la implementación de prácticas innovadoras y el avance de la digitalización. Estos aspectos se suman a las competencias indispensables de cualquier tipo de labor docente.
En diversas universidades europeas, no se exige al profesor universitario una acreditación pedagógica para desempeñar sus funciones, como ocurre en otros niveles educativos. No obstante, los primeros años de docente son muy importantes, dado a que, en los primeros años se construye la identidad profesional y la base del modelo de docente que condiciona los rasgos de la personalidad, motivación y actitud a lo largo de la carrera profesional. Consiste en un período de cierta ansiedad, desconfianza y grandes temores debido a la inexperiencia.
Así mismo, el profesorado inexperto también se enfrenta a tensiones adicionales como la precariedad económica, la inestabilidad en los contratos y la excesiva burocracia, en un sistema que continúa premiando los méritos en investigación.
¿Aspectos a considerar en la formación de los docentes universitarios?
A raíz de un estudio realizado sobre la formación inicial de los docentes universitarios en el sistema español, de los programas y algunos aspectos de dichos programas, se establecen las siguientes recomendaciones:
- Es recomendable que los programas de formación inicial tengan en cuenta las necesidades concretas de cada docente en su contexto. Debido a que, no existe un enfoque único que se adapte a todas las realidades. Por lo tanto, es fundamental adaptar los programas a las particularidades y demandas de cada universidad.
- Diseñar la política de profesorado basándose de un marco profesional de competencias compartidas para la selección, formación inicial y continúa, evaluación y desarrollo profesional.
- Seleccionar con cuidado a las personas mentoras y diseñar para ellas una formación y un sistema de incentivos. Deben contar con una sólida reputación en la enseñanza, conocer la institución y contar con habilidades para reflexionar sobre el alumnado, habilidades interpersonales como la comunicación, la observación y la colaboración.
- Es importante hacer un seguimiento al funcionamiento del programa de formación. Tomar en cuenta lo siguiente: ¿Cumplió con las expectativas de los participantes?, ¿Qué impacto tuvo el aprendizaje en el profesorado, en su visión sobre la enseñanza y en la institución?
- Es sustancial vincular la actividad docente con la investigación. En resumen, implica convertir al docente en un investigador de su propia práctica. El objetivo es aprender sistemáticamente sobre la enseñanza y compartir dicho aprendizaje con la comunidad académica.
- Esta labor no debe ser asumida en solitario. Se recomienda crear redes en el ámbito universitario que fomenten el trabajo en equipo y la cooperación. Para ello, también se puede aprovechar el potencial de las tecnologías digitales en el aprendizaje docente.
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