La etapa de jubilación puede ser complicada para los adultos mayores, por lo que se recomienda seguir una serie de pautas que ayuden en la transición.
El aumento en la esperanza de vida ha modificado la manera en la que se percibe y se vive el envejecimiento junto con la jubilación. De ahí que el proceso de retiro de la etapa laboral se haya comenzado a considerar como una etapa de riesgo o de oportunidad.
En principio, esta idea depende de diversos factores como la genética, la historia, el contexto o la situación personal. Asimismo, dentro de estas características propias de cada persona se encuentran las emociones, la personalidad, las acciones y la forma de interpretar lo que ocurre alrededor.
El objetivo durante esta etapa es alcanzar el envejecimiento saludable, lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permita el bienestar.
De acuerdo con Belén Tarallo, psicoterapeuta de INECO y especialista en Bienestar: “La capacidad funcional es aquello que permite a una persona ser y hacer lo que es importante para ella. Por su parte, en un sentido amplio, el término bienestar incluye conceptos tales como satisfacción, felicidad y realización”.
Consejos para una mejor transición
- Incluir en la rutina actividades que generen places y emociones como alegaría o curiosidad.
- Incrementar el contacto social
- Generar espacios de aprendizaje que ayuden a mantener un buen nivel cerebral y cognitivo
- Llevar a cabo actividades con propósito en las que se puedan aplicar fortalezas y capacidades personales
- Mantener un estilo de vida activo
Finalmente, la Universidad Internacional Iberoamericana de México (UNINI México) ofrece la Maestría en Gerontología Social. Una formación amplia y específica dirigida a todos aquellos profesionales implicados en el tema del envejecimiento.
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