Más de 100 países se han comprometido a reducir las emisiones de metano de origen humano para el 2030. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que este esfuerzo podría no ser tan efectivo para mitigar el calentamiento global como se esperaba. Esto se debe a que las retroalimentaciones climáticas están incrementando las emisiones de metano de fuentes naturales, en particular los humedales tropicales.
¿Por qué es preocupante el metano?
El metano es un potente gas de efecto invernadero, responsable de alrededor del 30% del calentamiento global desde la era preindustrial. Aunque representa una fracción menor de las emisiones globales en comparación con el dióxido de carbono (CO2), su capacidad para atrapar calor es 80 veces mayor en un periodo de 20 años. Esto lo convierte en una de las principales amenazas en la lucha contra el cambio climático.
Fuentes de metano: humanas y naturales
Las emisiones de metano provienen tanto de fuentes naturales como humanas. Los humedales y la agricultura representan dos de las principales fuentes de este gas. En particular, el ganado y el cultivo de arroz contribuyen significativamente a las emisiones agrícolas. Las emisiones naturales, como las provenientes de humedales, también han aumentado debido a retroalimentaciones climáticas, como el aumento de las temperaturas globales, que aceleran la liberación de metano en estos ecosistemas.
Actualmente, el Ártico se ha convertido en un nuevo foco de preocupación, debido a que los científicos han descubierto emisiones altas de metano en invierno. A nivel global, el incremento de vapor de agua provocado por el calentamiento está ralentizando la descomposición del metano en la atmósfera. Según los científicos, si este fenómeno se intensifica, podría contrarrestar los esfuerzos por disminuir el metano procedente de combustibles fósiles y otras actividades humanas.
El ciclo del metano: un impacto a corto plazo
El ciclo de vida relativamente corto del metano en la atmósfera —aproximadamente una década— significa que reducir estas emisiones podría tener un impacto rápido en la lucha contra el calentamiento global. Mientras que las reducciones en CO2 tardan más tiempo en mostrar efectos visibles, la disminución de metano podría ayudar a evitar hasta 0.3°C de calentamiento global para 2045.
Estrategias para mitigar el metano
Reducir las emisiones de metano es una de las soluciones más efectivas a corto plazo para mitigar el cambio climático. Mejorar la eficiencia en la producción agrícola y modificar los métodos de gestión de cultivos, como la alternancia entre el riego y el drenaje en los campos de arroz, puede reducir las emisiones de metano sin sacrificar la producción.
James Lomax, asesor de Agricultura y Sistemas Alimentarios del PNUMA, sugiere que es crucial «replantear los métodos de cultivo y producción ganadera». Esto incluye utilizar tecnologías innovadoras, promover dietas basadas en vegetales y explorar fuentes alternativas de proteínas. Según Lomax, estas medidas son esenciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C, en línea con el Acuerdo de París.
Además, en el sector energético, es clave reducir las emisiones de la industria de combustibles fósiles, responsables de una parte significativa de las emisiones antropogénicas de metano.
¿Cómo pueden contribuir los agricultores?
Sí, pueden hacerlo. Mejorar la nutrición del ganado permite que los animales crezcan más saludables y productivos, optimizando la producción. Los científicos también están investigando nuevos tipos de alimentos para reducir las emisiones de metano y mejorar la gestión del estiércol, utilizando técnicas como el compostaje o su conversión en biogás.
En el caso del arroz, se recomiendan técnicas de riego y secado intermitente, lo que podría disminuir las emisiones de metano hasta en un 50%. Este enfoque no solo reduce el metano, sino que también disminuye el uso de agua, haciéndolo más rentable.
Conclusión: actuar ahora para evitar un calentamiento catastrófico
Aunque las emisiones globales de metano siguen aumentando, hay un consenso creciente sobre la necesidad de actuar rápidamente para reducirlas. Limitar el calentamiento global a 1.5°C, como establece el Acuerdo de París, requiere recortes significativos en las emisiones de metano, lo cual, si se implementa adecuadamente, podría mitigar una parte considerable del calentamiento global en las próximas décadas.
Reducir el metano no solo es posible, sino que es necesario para evitar un futuro climático insostenible.
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Fuentes: Las emisiones de metano están acelerando el cambio climático. ¿Cómo podemos reducirlas?
Climate change feedbacks lead to surge in natural methane emissions