Durante años se ha insistido en evitar el uso de la lengua materna al aprender un idioma extranjero, a favor de una inmersión total. Pero, ¿es esto realmente efectivo? Estudios recientes han desmentido esta idea. Demuestran que integrar la lengua materna en el aula no solo facilita el aprendizaje, sino que también maximiza el potencial de los estudiantes. Descubre cómo esta estrategia puede transformar la enseñanza de idiomas.
La ciencia detrás del uso de la lengua materna en clase
En la enseñanza de idiomas, el «sesgo monolingüe» ha sido promovido históricamente, sugiriendo que los estudiantes deben esforzarse por alcanzar el nivel de los hablantes nativos. Sin embargo, este enfoque ha demostrado generar ansiedad y frustración. Por el contrario, investigaciones recientes revelan que permitir el uso de la lengua materna en ciertas actividades mejora la comunicación, organiza las tareas y fortalece la relación con los docentes.
Lejos de ser una distracción, la lengua materna facilita procesos cognitivos complejos y favorece un aprendizaje colaborativo. Además, quienes dominan más de un idioma tienen ventajas cognitivas y sociales que pueden potenciarse mediante un enfoque educativo bilingüe.
Metodologías innovadoras en el aprendizaje de idiomas
Las metodologías actuales están transformando la enseñanza de idiomas, especialmente a través de enfoques como la enseñanza comunicativa y el aprendizaje integrado de contenidos y lenguas (AICLE). Ambas metodologías se centran en el aprendizaje activo y colaborativo, pero varían en el uso de la lengua materna:
Enseñanza comunicativa
Este enfoque pone énfasis en tareas prácticas del mundo real, como resolver problemas o desarrollar proyectos en equipo. Aunque fomenta el uso exclusivo del idioma extranjero, los estudiantes pueden sentirse más cómodos al recurrir a su lengua materna para organizarse o aclarar dudas.
Aprendizaje integrado de contenidos y lenguas (AICLE)
En este enfoque, los estudiantes trabajan en asignaturas específicas, como ciencias o matemáticas, utilizando el idioma extranjero. Este método favorece la inmersión total en el nuevo idioma. Sin embargo, el uso ocasional de la lengua materna puede ser útil para superar dificultades y avanzar en el trabajo.
Translingüismo: un puente hacia el aprendizaje efectivo
El translingüismo, un enfoque flexible que permite el uso dinámico de ambos idiomas, ha ganado relevancia como herramienta clave en la enseñanza moderna. Al permitir que los estudiantes alternen entre lenguas, se fomenta su confianza y se desarrollan habilidades cognitivas avanzadas, como la resolución de problemas y la expresión precisa. Este enfoque reconoce que ser bilingüe o multilingüe es una ventaja y promueve el uso completo del repertorio lingüístico de los estudiantes.
Reflexión final
La inclusión de la lengua materna en el aprendizaje de idiomas no debe verse como una debilidad, sino como una estrategia poderosa para optimizar el aprendizaje. Adoptar enfoques flexibles como el translingüismo permite a los estudiantes mejorar su confianza, comunicarse con mayor efectividad y aprovechar su potencial lingüístico. La enseñanza de idiomas no tiene por qué ser monolingüe; al contrario, un enfoque inclusivo puede enriquecer la experiencia educativa y facilitar una comunicación más fluida.
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Fuente:
What Is Translanguaging and How Is It Used in the Classroom?
‘Only in English’: ¿es útil usar la lengua materna cuando se aprende una lengua extranjera?